Sólo seremos libres cuando el yo
alcance el odio santo de sí mismo,
y dejemos de ser los personajes
que nos han obligado a interpretar.
alcance el odio santo de sí mismo,
y dejemos de ser los personajes
que nos han obligado a interpretar.
Sólo seremos libres cuando logren
su victoria los grandes perdedores.
su victoria los grandes perdedores.
Ricardo García Nieto