Por mucho que nos duela, recordamos lo que hemos olvidado
cuando es preciso, de la misma manera que la ballena sube a la superficie del
mar para respirar.
Tomamos aire para renacer y encontrarnos con nuestra sagrada forma de estar vivos.
Todos los días resucitamos.
Tomamos aire para renacer y encontrarnos con nuestra sagrada forma de estar vivos.
Todos los días resucitamos.
Ricardo García Nieto