Hay quienes se atreven a poner precio a tu enfermedad. ¿Alguna vez se lo pondrán a
tu muerte? Te estafan por tu propio bien. Te adiestran como si fueras un animal
doméstico.
¿Qué valor tienes? ¿A cuánto se cotiza tu existencia en los mercados?
Hay quienes se atreven a hacer pedagogía con tu miseria. O a culparte
por lo que no hiciste para que les agradezcas lo que no mereces.
Pero tú estás ahí, a bordo de tu vida. Y eso no pueden cambiarlo.
Tu libertad nace de lo más íntimo. Allá donde nunca llegarán las
leyes.
En nuestro corto viaje por el mundo, teníamos que encontrarnos con
muchos necios. Precisamente para aprender a evitarlos.
Ricardo García Nieto