Llega un momento en la vida en el que, como si de
una película se tratase, recordamos las estupideces con las que hemos creado
alarma y preocupación. O las injusticias que hemos perpetrado. Es una etapa que
demanda misericordia para con nosotros mismos y aceptación de nuestra
oscuridad. En otras ocasiones, he hablado del proceso de auto-construcción
personal, que exige una demolición de cuanto hemos sido. Así lo señalaba,
acertadamente, Jung, y así hemos de padecerlo. No es necesario morirse para ver
el largo tren de nuestros errores. Desdichados aquellos que precisan de la
muerte para darse cuenta de sus desaciertos.
Alguna vez, todos habremos de
pararnos y aprender de la engañosa quietud de los árboles, cuyo camino es
vertical: crecer hacia arriba y hacia abajo.
Las hojas que ascienden hacia el cielo están ligadas a las raíces que descienden a la más densa oscuridad.
Las hojas que ascienden hacia el cielo están ligadas a las raíces que descienden a la más densa oscuridad.
Ricardo García Nieto.