martes, 14 de diciembre de 2010

EL MARTILLO DE NAVIDAD


Por encima del sonido de los cascabeles de los renos, por encima de las voces que entonan cualquier villancico, del amable soniquete mediático que invita a consumir a cualquier precio, suena el martillo de la deuda soberana sobre el yunque de la pobreza, el estrépito interior de los que se quedan sin techo, el fragor de la corrupción política y financiera, y ese crujir de huesos que se rompen, que es el de nuestros derechos fundamentales.
Nunca como ahora se ha vertido tanto estiércol en nuestros hogares a través de las distintas cadenas televisivas: chismorreos sobre celebridades, griterío de pájaros y pájaras de mal agüero, apelaciones al instinto y a lo más irracional de cada ser humano.
Fútbol y miseria. Glándulas mamarias operadas y miseria. Partidos políticos que hacen como que hacen y miseria. Y todo tipo de invitaciones a jugar y a jugar para salir de la miseria.
Nadie puede otorgar o quitar al hombre su libertad. Nadie puede manosear el afán de justicia o belleza. Nadie nos habita por dentro.
El martillo de la próxima Navidad resuena y resuena hace ya mucho tiempo en nuestros oídos. Sólo hay que querer oírlo.

Ricardo García Nieto