No ha sido
fácil, ¿verdad? Nos hemos equivocado, hemos sufrido y algo hemos aprendido.
Como seres individuales y desinformados, hemos hecho lo mejor que podíamos y
creíamos hacer. Nada se nos puede reprochar.
En el gran
campo de concentración de nuestro planeta, sólo vemos el humo de los hornos
crematorios y sólo sentimos el cansancio y el dolor de nuestros huesos. Los
guardianes han perdido sus últimos escrúpulos. ¿Para qué tenerlos si nos miran
como si ya estuviésemos muertos?
Nos llevan
al redil de los acontecimientos venideros con la convicción de hacernos un
favor. Sea por acción o por omisión, creen que nos entregan a la fatalidad por
nuestro propio bien. No se dan cuenta de que vencemos al ser vencidos. Nuestro
castillo interior siempre será inexpugnable.
La
Historia está dando un giro. Nada volverá a ser como antes.
No voy a
ser explícito sobre lo que sospecho o lo poco que sé. No es mi cometido. Pase
lo que pase, sea de forma brusca o gradual, quiero señalar que hay más
esperanza de la que imaginamos.
Las piezas
de nuestra vida han encajado con la precisión de los cuerpos celestes o las
hojas de té.
Aléjate un
poco y admira tu obra. No te sientas culpable de su perfección. Así tenía que
ser.
Y déjale
el pastel del miedo a los guardianes. Cuando el gran lobo abra su boca,
simplemente estará bostezando.
Ricardo
García Nieto