Quien se prende se deshabita. Coincido con Christian Bobin
cuando escribió: “no sé si me gustaría vivir con alguien como yo. Creo que no.
Gracias a Dios, no vivo conmigo.”
Lo esperanzador de una vida que se consume es cuando se
consuma. Al final, la llama se separa de los cuerpos pero no se apaga. Flamea
en lo invisible.
Ricardo García Nieto.