miércoles, 31 de diciembre de 2014

EL AÑO QUE SE VA



El año que se va
tiene las piernas rotas,
un pañuelo en la boca
y las manos atadas por detrás.
Lo van a ejecutar en pocas horas
con doce campanadas.

Quien venga en su lugar
podría ser el mismo que se marcha,
pintándose la cara,
cambiando su disfraz
a la velocidad de las palabras.

El año que se va 
tiene las piernas rotas,
la vida sigue igual:
aprendemos del fuego
el vaivén de sus lenguas habladoras.
Pero todo está adentro:
crepitan como estrellas las neuronas,
la biblioteca de los pensamientos.


Ricardo García Nieto