lunes, 29 de enero de 2018

HOY NO HE ESCRITO NADA


Hoy no he escrito nada. He aguardado todo el día, pero no se ha producido el milagro de la creación.
La Muerte se ha sentado frente a mí y me ha preguntado:
-¿Cómo estás?
-Estoy a la espera –respondí.
-¿De qué?
-De que algo te ensombrezca.
Ella ha esbozado media sonrisa de suficiencia, se ha cambiado de sillón y no ha vuelto a abrir la boca.
Mi gato se ha subido a mis rodillas y lo he acariciado. Su ronroneo ha llegado a los más lejanos rincones del cielo. Y la Muerte, apretando los dientes, se ha ido en esta última línea.
No hay nada con más luz que la ternura. 
Cada uno ha de resplandecer por sí mismo.

Ricardo García Nieto.

miércoles, 24 de enero de 2018

ALGO SOBRE EL AMOR

 
El amor es la forma que tiene la inteligencia de ir más allá de sí misma, de entrever lo divino en la carne y los huesos, en el cuerpo que se va venciendo con los años. Un estúpido no puede amar porque no se trasciende a sí mismo. Hablo de inteligencia y no de astucia. La astucia tiene adversarios; la inteligencia no los conoce. La astucia es pragmática; la inteligencia es un puro ascender. La astucia se sirve de trucos; la inteligencia está cargada de inocencia. El niño que abraza a su madre tiene esa inteligencia, rompe la dualidad sujeto-objeto, provoca la unidad.
El amor es también la forma de vislumbrar a Dios en la naturaleza y en el arte, que es la naturaleza creada por el hombre. Por eso me esfuerzo en escribir, para percibir esa claridad que me supera. Ella sabe más que yo.


Ricardo García Nieto.

viernes, 19 de enero de 2018

LO HEREDADO Y LO IMPUESTO


Luchamos en nuestra mente con todo lo heredado: las costumbres y tradiciones en las que nos educaron o la visión del mundo que recibimos de nuestros padres, familiares y maestros.
Luchamos también con el modelo de vida que nos imponen desde fuera políticos, publicistas, banqueros y la caterva oscura de los creadores de opinión.
A veces nos rendimos y nos dejamos llevar por la marea de lo que se espera de nosotros, de lo políticamente correcto, de lo que ha de enmudecer nuestras almas. Y caminamos, entonces, por el fondo de un mar que nos parece gratificante a la par que nos asfixia. No queremos salir a respirar y ver las cosas como son. Y creemos que nuestra vida está completa con cuatro fruslerías y una falsa sensación de bienestar y justicia.
Bajar la guardia y hundirnos en el mar de lo establecido tiene un nombre: autoengaño.
Estamos en la vida para convertirnos en nuestros propios maestros, para despojarnos de lo heredado y de lo impuesto. Esa es nuestra misión.
Tomar conciencia de ello es la tabla de salvación de cualquier náufrago.

Ricardo García Nieto