El amor es la forma que tiene la inteligencia de ir más allá
de sí misma, de entrever lo divino en la carne y los huesos, en el cuerpo que se
va venciendo con los años. Un estúpido no puede amar porque no se trasciende a
sí mismo. Hablo de inteligencia y no de astucia. La astucia tiene adversarios;
la inteligencia no los conoce. La astucia es pragmática; la inteligencia es un
puro ascender. La astucia se sirve de trucos; la inteligencia está cargada de
inocencia. El niño que abraza a su madre tiene esa inteligencia, rompe la
dualidad sujeto-objeto, provoca la unidad.
El amor es también la forma de vislumbrar a Dios en la
naturaleza y en el arte, que es la naturaleza creada por el hombre. Por eso me
esfuerzo en escribir, para percibir esa claridad que me supera. Ella sabe más
que yo.
Ricardo García Nieto.