jueves, 8 de agosto de 2013

UN PAÍS DE DOLOROSA FÁBULA


Vivimos en un país de dolorosa fábula:
1) Un país cuya deuda es impagable. Una deuda que se creó con dinero ficticio para cobrarse bienes y trabajos (cosas y esfuerzos) no ficticios.
2) Un país cuya constitución fue reformada para que el pago de esa deuda fuese prioritario sobre el bienestar de sus ciudadanos. En otras palabras: una constitución que antepone los intereses de los bancos extranjeros sobre los derechos de los seres humanos a los que somete.
3) Un país cuyos políticos votaron a favor de esa reforma constitucional y la tramitaron con urgencia.
4) Un país cuyo rey firmó: “Mando a todos, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar esta Reforma de la Constitución como norma fundamental del Estado”.
5) Un país de sujetos pasivos, que jamás podrán negociar esa deuda blindada por su “ley de leyes”.
6) Un país de siervos complacidos, en alto grado, con la banalidad que emana de los medios de comunicación.
Como sociedad, estamos practicando una muerte. Sólo si somos conscientes de nuestra podredumbre, propiciaremos nuestro renacimiento.


Ricardo García Nieto