jueves, 29 de mayo de 2014

NO SÉ SI LOS MUERTOS ME VISITAN

No sé si los muertos me visitan mientras duermo. Ni siquiera sé si merodean por mi inconsciente. No recuerdo mis sueños. Si los muertos entraran en ellos, jamás me enteraría. Sólo Dios sabe cuánto agradecería ser consciente del consejo que quizá ya me hayan dado.
Cuanto más liberado sea, tanto menos percibiré la pérdida. Quien venga a salvarme me quitará la angustia y la soledad. Y sin ellas no podré completarme.

Algo de arriba viene a mi encuentro y no doy ni un paso para acortar la distancia. Como casi todos, me entretengo con lo que no existe. Erosiono culturas y afectos. El reloj se paró hace tiempo, pero llegamos tarde mucho antes de que se detuviera.

Los políticos han sobrevivido a los héroes; los verdugos a los caballeros; los falsos profetas a los sabios. Seguimos respirando como peces fuera del agua, atrapados en una felicidad impuesta. Sin resolver lo de abajo y sin ir al encuentro con lo de arriba.

Creo que me iré. Y que lo haré muy lejos. A varios decenios de aquí. Más allá de la ventana, la luz se fatiga.


Ricardo García Nieto