Del mismo modo que las nubes se conocen a sí mismas cuando
rompen y se convierten en lluvia, los seres humanos lo hacen cuando transitan
de una vida impersonal a la conciencia personal.
Ordeno mi biblioteca y rememoro cada hallazgo, cada nube que
se rompió y transformó en río, la claridad sobrecogedora que dejó tras de sí. Afuera,
la presión mediática y social tiene la fuerza de una obsesión colectiva: debes
hacer esto, mostrarte de esta manera, opinar de aquella forma, vivir, en
definitiva, un doloroso fingimiento.
Hay poderes velados que hacen cotidiano lo abominable. Ser un
ciudadano razonablemente adaptado, tan políticamente correcto como gregario, se
ha convertido en algo peligroso.
Ricardo García Nieto