martes, 10 de enero de 2017

EL REGRESO



Un insecto echa a volar cuando más quieto parece. Nos damos cuenta de algo cuando más lo ignorábamos. Antes de morir, el enfermo parece recobrarse… De la sombra a la luz siempre hay una finísima frontera. Medito, dejo mi mente en blanco. Sé que sólo entonces surgirá la idea provechosa.
Nuestra sociedad tecnológica nos estimula con un sinnúmero de fruslerías que impiden aquietarnos. Olvidamos que lo primordial nos eleva por encima de lo nuevo, que el regreso al origen es una forma de porvenir.
Miro hacia el horizonte y recuerdo la inscripción de una lápida: “aquí la vida es plena; los muertos sois vosotros”. No sabemos qué habrá al otro lado de nuestra realidad, aunque lo intuyamos. Dejamos en herencia las experiencias que compartimos. Las que guardamos se hunden con la muerte. Quizá por eso escribo.

Ricardo García Nieto