jueves, 20 de mayo de 2010

HABRÁ DE LLEGAR

Trabajamos, leemos, caminamos, nos tomamos un café, nos quitamos un zapato... Pero ¿dónde estamos? ¿Quién respira por nosotros?
Vamos y venimos. Pisamos la sombra de quienes están a nuestro alrededor. Y, a su vez, la nuestra es tapada por otros. Nos reflejamos en multitud de espejos y charcos. A veces, el personaje que nos creemos interpretar se mira en ellos, convencido de su poder o su cansancio. Pero ni siquiera él sabe cómo estamos en realidad. Actúa tal y como se espera de nosotros en esta sociedad de apariencias y mercancías.
Habrá de llegar el día en el que nos paremos en seco y nos vaciemos de tanta mentira.
Habrá de llegar el día en el que ignoremos tanta urgencia inútil y hablemos con el pasajero que llevamos adentro.
No basta con creer que somos felices y quejarnos continuamente de serlo.

Ricardo García Nieto.