lunes, 23 de julio de 2012

HOY HE VISTO MORIR A UN HOMBRE


Hoy he visto morir a un hombre. En la amargura de su mirada aún resonaban las palabras que me había dicho horas antes: mi vida ha sido una estafa.
Yo lo conocía muy bien: nació, estudió, amó, trabajó como una mula, pagó sus impuestos, votó y confió en sus gobernantes. Pero su vida había sido una estafa.
-He perdido mi tiempo –añadió-. He sido muy dócil. Siempre miré desde abajo a mis pastores políticos y financieros. Lo que te venden te devora. Ellos son los que han vivido mi vida. Me han adiestrado con sus televisiones y propagandas hasta en lo más íntimo. Y no me he dado cuenta.
Cuando cerró sus párpados por última vez, yo abrí los míos con la convicción de no ser jamás ese moribundo.
Los sueños amargos, como las profecías o las leyes injustas, están para que no se cumplan.


Ricardo García Nieto