lunes, 19 de marzo de 2012

CUANDO EL LOBO ABRA SU BOCA


No ha sido fácil, ¿verdad? Nos hemos equivocado, hemos sufrido y algo hemos aprendido. Como seres individuales y desinformados, hemos hecho lo mejor que podíamos y creíamos hacer. Nada se nos puede reprochar.
En el gran campo de concentración de nuestro planeta, sólo vemos el humo de los hornos crematorios y sólo sentimos el cansancio y el dolor de nuestros huesos. Los guardianes han perdido sus últimos escrúpulos. ¿Para qué tenerlos si nos miran como si ya estuviésemos muertos?
Nos llevan al redil de los acontecimientos venideros con la convicción de hacernos un favor. Sea por acción o por omisión, creen que nos entregan a la fatalidad por nuestro propio bien. No se dan cuenta de que vencemos al ser vencidos. Nuestro castillo interior siempre será inexpugnable.
La Historia está dando un giro. Nada volverá a ser como antes.
No voy a ser explícito sobre lo que sospecho o lo poco que sé. No es mi cometido. Pase lo que pase, sea de forma brusca o gradual, quiero señalar que hay más esperanza de la que imaginamos.
Las piezas de nuestra vida han encajado con la precisión de los cuerpos celestes o las hojas de té.
Aléjate un poco y admira tu obra. No te sientas culpable de su perfección. Así tenía que ser.
Y déjale el pastel del miedo a los guardianes. Cuando el gran lobo abra su boca, simplemente estará bostezando.


Ricardo García Nieto