lunes, 23 de enero de 2017

UNA FOTOGRAFÍA



Recién cumplidos los 54 años, uno se hace una fotografía como quien se mira en un espejo. El niño no murió en el adolescente, ni el adolescente en el hombre. Creo que somos el mismo ser bajo el disfraz de los días y los hechos. Hace 35 años escribí que éramos jóvenes milenarios en el tiempo terrestre. Cada vez estoy más convencido de ello.