viernes, 29 de junio de 2012

LA NIÑA DE CARACAS


Poema dedicado a las orquestas juveniles de Venezuela.



La niña de Caracas, milenaria,
volaba en su violín sobre la sombra.
Aeroplano que juega en las baldosas
a ser un crucifijo en mi garganta.
Hay un río que corre por su espalda
sumándose al sinfín de cada nota.
Hay un río de jóvenes que tocan
la huella dactilar de la mañana.
La niña de Caracas, misteriosa,
lleva en su mano un tiempo que no pasa,
la aldea, el pueblo, el mar que sube al Gólgota,
la redención que a mis oídos baja.
Volaba en su violín… Y yo, sin mapa
ni territorio, ni reloj, ni idioma,
sin yugo, llave, personaje o forma,
supe el camino de regreso a casa,
al hogar verdadero de las almas.


Ricardo García Nieto