jueves, 21 de agosto de 2014

PARA ADIESTRAR AL HOMBRE

La gloria es un lugar apolillado.
Y hacerse de notar, lo más ficticio.
En el poder jamás existe el prójimo.
Y en la abundancia siempre hay escasez
de entendimiento y alma.

Para adiestrar al hombre,
sólo hay que darle el pan de su neurosis.
Verá lo que no existe, soñará
con la gloria, el poder y la abundancia.



Ricardo García Nieto