miércoles, 1 de enero de 2014

TODO SE SOSTIENE MIENTRAS SE DERRUMBA


Todo se sostiene mientras se derrumba.
¿Qué hemos hecho mientras dormíamos? ¿Qué hemos hecho en nuestro sueño colectivo para llegar hasta aquí? ¿En qué nos hemos equivocado? ¿En elegir a unos podridos representantes? ¿Sólo en eso?
Me lo pregunto porque percibo en el aire una resurrección: emanaciones de aquí y de allá, sentimientos de renovación cuando no de cólera.
Nos consta que cuando los gobiernos corruptos cuadran sus cuentas, dejan tras de sí algo más que tragedias singulares: la aniquilación de la esperanza y el vacío mental de una sociedad, a la que se nutre con estiércol, bajos instintos y recelos de unos grupos sobre otros. Pero vemos más lejos. Si escuchas a alguien expresarse en lengua extraña, puede que te informes mejor sobre la disposición de su alma que entendiendo las palabras que dice. Este tipo de intuiciones se multiplica día a día cuando escuchamos a nuestros políticos. Se desnudan sin saberlo cada vez que hablan. Éste es el síntoma más claro del cambio al que estamos abocados como estado.
La hibernación nos ha regalado una segunda mirada.


Ricardo García Nieto