lunes, 28 de junio de 2010

EL RUMBO DEL TIEMPO



Los días pasan como niños en bicicleta. Cada pensamiento es una pedalada. Nadie sabe si van o vuelven los jóvenes ciclistas. Nadie conoce el rumbo del tiempo.
Los relojes son ataúdes vacíos. Máquinas donde rumia el no ser nada. Ruedas y piñones, como los de una bicicleta que ignoramos adónde va.
Pego el reloj a mi oído y oigo cómo suena el horizonte que nunca alcanzamos.


Ricardo García Nieto