viernes, 1 de noviembre de 2013

HALLOWEEN: LA FIESTA NACIONAL DE ESPAÑA

Halloween es la fiesta nacional de España. Todos los muertos juntitos, disfrazados, disfrutando de su más allá en el más acá. Y es que España vive de ultratumba. Vampiros y licántropos de cervecerías; jovencitos de muertos vivientes; brujos y brujas de tócame y no me mires… Y calabazas, tantas como las que nos dan cada vez que nos examinamos de lo que sea. Es una noche apasionante: bebemos, reímos y saltamos como si no volviera a amanecer. Como si celebráramos el Apocalipsis. Pero amanece. Y este país vuelve a comportarse lo mismo que un cachorrillo zalamero, moviendo su cola jubilosa cuando los mercados le muestran una salchicha que nadie sabe de dónde sale.
Ahora, admirando la procesión de las ánimas en mi calle, cual si fueran hinchas de un equipo de fútbol, pienso en los chinos que han vendido maquillajes, ropas, pelucas, capas, dentaduras de Drácula… Y cuyo gobierno no para de comprar oro, materias primas, alimentos… ¡China está importando arroz! ¡Un 400% más este año! ¿Para qué Halloween se estarán preparando?
Me quito a los chinos de la cabeza y un no sé qué sube por mis rodillas. No he visto a ningún enterrador desde que empezó la fiesta. ¿Dónde estarán? Sé que los mejores se sientan en el Consejo de Ministros, pero hay muchos, medio millón según cuentas profanas. ¿Se habrán disfrazado también? Mi gata ronronea entre mis piernas y me mira. Es una gata sabia, tiene un aire de reencarnada en felina por elección propia. Me sigue mirando y creo que hasta puedo leer sus pensamientos: eres un aguafiestas.

Ricardo García Nieto