sábado, 2 de noviembre de 2013

LA CLARIDAD Y EL DESLUMBRAMIENTO

Cuando el "pretender ser" se sube sobre los hombros del "ser", el país pierde su equilibrio, los ciudadanos parecemos alquilados por nuestros políticos y nos tornamos tan miserables como adictos al miedo o la indiferencia.
Cuando el “pretender ser” ni siquiera nos permite “estar”, ha llegado la hora de redimirse, de abrir un proceso constituyente y empezar de nuevo, lo mismo que las aguas cuando regresan a su cauce.
No hemos de aniquilarnos con el rayo que salga de nuestro propio corazón. No hemos de electrizar a multitud alguna. Nos basta con la luz constante que alumbre el nuevo camino. Nos equivocaremos si volvemos a confundir la claridad con el deslumbramiento. La justicia con la pretensión.


Ricardo García Nieto